miércoles, 12 de noviembre de 2014

Bibliografía 9

Smeltzer Suzanne ,Bare Brenda. Valoración y tratamiento de pacientes con trastornos intestinales y rectales. Brunner & Suddarth's Textbook of Medical-Surgical Nursing. Vol II. 10ª ed. México D.F. McGraw-Hill Interamericana; 2010. p. 1133-1180

Para la bibliografía 9 voy a hablar de la peritonitis. La peritonitis es una inflamación del peritoneo, membrana serosa que recubre la cavidad abdominal y las vísceras. Puede ser causa por una infección bacteriana por microorganismos provenientes de las vías gastrointestinales. La peritonitis también puede ser resultado de fuentes externas como lesiones o traumatismos o bien por la extensión de la inflamación de otros órganos.
La peritonitis es producto de la filtración del contenido de algún órgano hacia la cavidad abdominal, en general como consecuencia de inflamación e infección, isquemia, perforación tumoral… El líquido de la cavidad se vuelve turbio al aumentar la cantidad de proteínas, leucocitos, residuos celulares y sangre. La reacción inmediata del sistema gastrointestinal es la hipermotilidad.
Los síntomas dependen del sitio y la magnitud de la inflamación. En un principio el paciente sufre un dolor difuso que tiende a ser constante, localizado y más extenso cerca del sitio de la afección. La zona afectada se distiende, el dolor es intensísimo y los músculos se torna rígidos. Se puede observar náuseas y vómitos y una disminución del peristaltismo.
La radiografía abdominal muestra el aire y niveles de líquido así como distensión en las asas intestinales. La tomografía por computadora  del abdomen podría mostrar formación de abscesos. La aspiración y el cultivo peritoneal y los antibiogramas del líquido aspirado revelan infección y permiten identificar los microorganismos causales.
Con frecuencia la inflamación no está localizada y toda la cavidad abdominal  se ve implicada en una sepsis generalizada. La sepsis es la principal causa de muerte por peritonitis. El proceso inflamatorio en ocasiones produce obstrucción intestinal debida al desarrollo de adherencias en el intestino. Las dos causas principales de complicaciones posoperatorias son evisceración por la herida y formación de abscesos. Debe informarse al médico sobre cualquier comentario del paciente respecto de que una región del abdomen esta sensible o dolorosa.

Es importante valorar continuamente el dolor, los signos vitales, la función gastrointestinal y el equilibrio de líquidos y electrolitos. Se debe informar sobre el tipo de dolor, su localización en el abdomen y los cambios de ubicación. Para reducir el dolor, es conveniente administrar analgésicos y colocar al paciente en una posición cómoda. Los indicios de que la peritonitis está cediendo son reducción de la temperatura y del pulso, retorno de los ruidos peristálticos y movimientos intestinales. El consumo de alimentos se incrementa de forma gradual y se reducen los líquidos parenterales según las órdenes del médico. Normalmente en el procedimientos quirúrgico se introducen drenes, que deben de ser observados por la enfermera para observar las características del líquido drenado. Hay que tener cuidado al mover y cambiar de posición al paciente. Es importante que la enfermera prepare al paciente y la familia para cuidar la incisión y los drenes si todavía no han sido drenados. 

Rafael Jiménez González 

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