Smeltzer Suzanne ,Bare Brenda. Valoración y tratamiento de
pacientes con trastornos intestinales y rectales. Brunner & Suddarth's
Textbook of Medical-Surgical Nursing. Vol II. 10ª ed. México D.F. McGraw-Hill
Interamericana; 2010. p. 1133-1180
Para la bibliografía 9 voy a hablar de la peritonitis. La
peritonitis es una inflamación del peritoneo, membrana serosa que recubre la
cavidad abdominal y las vísceras. Puede ser causa por una infección bacteriana
por microorganismos provenientes de las vías gastrointestinales. La peritonitis
también puede ser resultado de fuentes externas como lesiones o traumatismos o
bien por la extensión de la inflamación de otros órganos.
La peritonitis es producto de la filtración del contenido de
algún órgano hacia la cavidad abdominal, en general como consecuencia de
inflamación e infección, isquemia, perforación tumoral… El líquido de la
cavidad se vuelve turbio al aumentar la cantidad de proteínas, leucocitos,
residuos celulares y sangre. La reacción inmediata del sistema gastrointestinal
es la hipermotilidad.
Los síntomas dependen del sitio y la magnitud de la inflamación.
En un principio el paciente sufre un dolor difuso que tiende a ser constante,
localizado y más extenso cerca del sitio de la afección. La zona afectada se
distiende, el dolor es intensísimo y los músculos se torna rígidos. Se puede
observar náuseas y vómitos y una disminución del peristaltismo.
La radiografía abdominal muestra el aire y niveles de
líquido así como distensión en las asas intestinales. La tomografía por
computadora del abdomen podría mostrar
formación de abscesos. La aspiración y el cultivo peritoneal y los
antibiogramas del líquido aspirado revelan infección y permiten identificar los
microorganismos causales.
Con frecuencia la inflamación no está localizada y toda la
cavidad abdominal se ve implicada en una
sepsis generalizada. La sepsis es la principal causa de muerte por peritonitis.
El proceso inflamatorio en ocasiones produce obstrucción intestinal debida al
desarrollo de adherencias en el intestino. Las dos causas principales de
complicaciones posoperatorias son evisceración por la herida y formación de
abscesos. Debe informarse al médico sobre cualquier comentario del paciente
respecto de que una región del abdomen esta sensible o dolorosa.
Es importante valorar continuamente el dolor, los signos
vitales, la función gastrointestinal y el equilibrio de líquidos y
electrolitos. Se debe informar sobre el tipo de dolor, su localización en el
abdomen y los cambios de ubicación. Para reducir el dolor, es conveniente
administrar analgésicos y colocar al paciente en una posición cómoda. Los
indicios de que la peritonitis está cediendo son reducción de la temperatura y
del pulso, retorno de los ruidos peristálticos y movimientos intestinales. El
consumo de alimentos se incrementa de forma gradual y se reducen los líquidos
parenterales según las órdenes del médico. Normalmente en el procedimientos
quirúrgico se introducen drenes, que deben de ser observados por la enfermera
para observar las características del líquido drenado. Hay que tener cuidado al
mover y cambiar de posición al paciente. Es importante que la enfermera prepare
al paciente y la familia para cuidar la incisión y los drenes si todavía no han
sido drenados.
Rafael Jiménez González
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