En esta práctica trataremos el protocolo guía para la
realización de un sondaje nasogástrico, en el cual introduciremos la sonda-tubo
de plástico flexible en cuestión en el estómago, comenzando por la introducción
del tubo en las fosas basales. Y para ello, los materiales que usaremos serán:
·
Una sonda nasogástrica (calibre y material según
el paciente y sus necesidades)
·
Un lubricante hidrosoluble
·
Guantes no estériles
·
Gasas
·
Una jeringa de 50ml
·
Esparadrapo hipoalérgico u otro material para la fijación de la sonda
·
Una toalla o empapador
·
Una palangana
·
Una bolsa colectora (para almacenar el drenaje
realizado)
·
Fonendoscopio (opcional, para la revisión de la
correcta situación de la sonda)
·
Es recomentable la utilización de un vaso de
agua con una pajita para introducir la sonda
Consideraciones previas
-Aislar la
habitación si es compartida.
-Colocar al
paciente según estado, en Fowler o decúbito lateral izquierdo.
-Retirar piercings u otros elementos estéticos que puedan
interferir o complicar la intervención.
En cuanto al procedimiento utilizado:
1.
Preparación del material y elección de la SNG
adecuada.
2.
Colocarse con el material en el lado derecho si
se es diestro o en el lado izquierdo si es zurdo, para manipular la sonda con
la mano dominante.
3.
Explicar el procedimiento y las posibles
complicaciones, como pueden ser náuseas, y siempre procurar su relajación.
4.
Colocación del paciente si previamente no lo
hemos hecho.
5.
Cubriremos el pecho del paciente con una toalla,
procederemos al lavado de manos y nos enguantaremos.
6.
Elección del orificio nasal con mayor flujo de
aire. Para ello diremos al paciente que se suene, respire por cada uno de los
orificios mientras tapamos el otro para escoger uno de ellos.
7.
Determinar la longitud de la SNG, la cual se consigue
midiendo la distancia desde la punta de la nariz al lóbulo de la oreja, y de
esta a la apófisis xifoides. Otra opción es guiarse por las marcas que suelen
presentar estas, medidas predeterminadas que servirán como indicación general,
pero como se dijo desde el primer día, los pacientes tipo no son los reales,
hay que personalizar todo individualmente.
8.
Lubricamos el extremo distal de la sonda y
comenzamos a introducirla, a un ritmo lento pero continuado, teniendo especial
consideración la laringe, por ello es recomendable ir tomando pequeñas dosis de
agua con el fin de cerrar la epiglotis y cerrar la tráquea para evitar
introducir la sonda por ella.
9.
Una vez introducida la sonda, procedemos a la
comprobación de esta, con una aspiración del contenido gástrico, para lo que
previamente tendremos a mano una bolsa de drenaje y unas pinzas para cortar el
flujo de líquido por la sonda. Posteriormente insuflarnos aire con la jeringa
de 50ml y junto con el fonendoscopio intentaremos escuchar el sonido
gorgoteante que debería producirse, pero que no siempre se escucha. Podemos
pedir confirmación radiológica en caso de que la sonda haya de pasar hasta el
intestino delgado.
10.
Fijaremos la sonda con una tira de esparadrapo a
la nariz de una forma en la que esta no ejerza presión en las alas nasales ni a
la mucosa, lo cual pueda acarrear la producción de úlceras.
11.
Fijaremos la sonda al hombro del paciente o en
algún lugar donde le resulte cómoda y no haya riesgo de movimiento de esta.
12.
Valoración diaria de la sonda con el fin de
evitar complicaciones de tipo ulcerosas o taponamientos por la falta de
mantenimiento de esta. Registro de los datos.
A la hora de retirar la sonda, nos lavaremos las manos,
enguantaremos con guantes no estériles, bloquearemos esta y procederemos a la
retirada de la sonda. Debido a las molestias que le puede provocar al paciente,
le pediremos que mantenga una respiración suave e intente relajarse lo mayor
posible. Retirar con cuidado, pero a un ritmo rápido y continuado. Limpiar los
orificios nasales y procedemos al registro de fin de la intervención.
23/10/2014 Sergio R.
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