miércoles, 5 de noviembre de 2014

BIBLIOGRAFÍA 7: DIVERTICULOSIS



BIBLIOGRAFIA 7: DIVERTICULOSIS

BIBLIOGRAFÍA:

Adrien L. Trastornos digestivos. En: Swearingen P, Adrien L. Manual de Enfermería Médico-Quirúrgica. 6ª ed. Barcelona: Elsevier; 2008. p. 603-718.

Páginas Diverticulosis: p. 637-641

Voy a desarrollar la Diverticulosis para complementar el cuestionario.

La Diverticulosis consiste en la presencia de pequeñas evaginaciones o sacos adquiridos (divertículos) en el colon formados por una herniación del revestimiento mucoso y submucoso en las capas musculares del intestino.

Los divertículos pueden ubicarse en cualquier lugar del colon pero se localizan con mayor frecuencia en el colon sigmoide. Se desarrollan de una manera secundaria a una alimentación baja en residuos (baja en fibra) y un aumento de la presión intracólica, como el que se genera con los esfuerzos al defecar.

En los países asiáticos es poco frecuente porque su dieta es rica en fibra. La prevalencia de divertículos del colon aumenta con la edad. Afecta por igual a uno y otro sexo.

VALORACIÓN:

     Hemorragia digestiva baja, que puede ser mínima o masiva, está última puede resultar potencialmente mortal, y autolimitada.

         Otros síntomas son: síndrome de intestino irritable, como dolor abdominal o cólicos en la fosa ilíaca izquierda relacionado con estreñimiento o diarrea alternante y una mayor flatulencia. Hasta el 80% de los paciente se hallan asintomáticos.

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:

     Enema opaco: Determina la presencia y el número de divertículos

     Hemograma: Determina si hay anemia presente.

    Sigmoidoscopia o colonoscopia rígida: Revela la presencia de divertículos, engrosamiento de la pared intestinal, aberturas diverticulares y estenosis.

          La sigmoidoscopia y la colonoscopia están contraindicadas durante las crisis agudas.

TRATAMIENTOS:

     El objetivo del tratamiento médico de la enfermedad no complicada consiste en aliviar los síntomas y en prevenir o posponer complicaciones, con interés de incrementar la fibra alimentaria y proporcionar farmacoterapia.

          Dieta rica en residuos (fibra): Incluye frutas y verduras, y el uso de salvado de trigo y fomentar el aporte de líquidos (2500-3000 ml/día).


            Farmacoterapia: Laxantes que aumentan el bolo fecal,  como ispágula (1 o 2 cucharaditas  vía oral, 2 veces al día), que pueden sustituir al salvado en la alimentación.


JOAQUÍN GONZÁLEZ ROMERA

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