BIBLIOGRAFÍA 5
Williams LS, Hopper PD. Cuidados de enfermería de pacientes con trastornos gastrointestinales superiores. En: León JF, García NC, editors. Enfermería Medicoquirúrgica. 3ª ed.
México D.F: McGraw-Hill; 2007. p. 706-712.
Me ha parecido interesante la referencia que se hace a
bacteria Helicobacter pylori como causa de la úlcera péptica. Hasta 1982 la
causa de la úlcera péptica se comprendía poco y se pensaba que estaba
relacionada con el estrés, la dieta, consumo de alcohol o cafeína. Sin embargo,
los resultados de la investigación han encontrado que la enfermedad por úlcera
péptica (PUD) se debe sobre todo a la infección por la bacteria grammnegativa
Helicobacter pylori. Esta bacteria causa 80% de las úlceras gástricas y más del
90% de las úlceras duodenales. Dos tercios de las personas están infectadas con
H. pylori y es más común en los ancianos, hispanos, personas de raza negra o
los grupos medio socioeconómico bajo. El descubrimiento de H. pylori ha
introducido cambios en el tratamiento y curación de las úlceras pépticas. No se
sabe como se transmite H. pylori, aunque es probable la vía bucal-bucal o la
fecal-bucal. El agua contaminada también puede tener una función. Se encuentran
en desarrollo las vacunas para prevenir las úlceras pépticas.
También muy importante la referencia a la fisiopatología de la
enfermedad por úlcera péptica, la cual es una anomalía en la que el
recubrimiento del estómago, píloro, duodeno o esófago está erosionado, casi
siempre por una infección con H. pylori. La erosión se puede extender hacia las
capas musculares del peritoneo. Las úlceras pépticas se presentan en las
porciones del tubo digestivo expuestas al ácido clorhídrico y pepsina. La
mucosa dañada no puede secretar suficiente moco para actuar como una barrera
contra el ácido clorhídrico. Algunos individuos tienen un vaciamiento gástrico
más rápido; esto, combinado con la hipersecreción de ácido, crea una gran
cantidad de ácido que se mueve hacia el duodeno. En consecuencia, las úlceras
pépticas aparecen más a menudo en el duodeno. Las úlceras se denominan según
sea su localización: esofágica, gástrica o duodenal. Las úlceras duodenales son
más comunes que las gástricas.
Siguiendo con todo lo mencionado anteriormente me ha parecido
relevante el tratamiento de la úlcera péptica haciendo principal hincapié en la
curación del Helicobacter pylori. El primer tratamiento antibiótico para la
enfermedad ulcerosa por H. pylori lo aprobó la FDA en 1996. Para una mejor
eficacia, si instituye un tratamiento triple con dos antibióticos para
disminuir la resistencia de la bacteria y un inhibidor de la bomba de protones
o antagonista de los receptores de histamina H2. El tratamiento que dura 14
días tiene menores tasas de erradicación que el de 10 días. El subsalicitato de
bismuto se puede usar también por sus efectos antibacterianos. Los inhibidores
de la bomba de protones son agentes poderosos que detienen el paso de la
secreción de ácido gástrico para reducir la erosión de la mucosa y ayudar en la
curación de úlceras. Los antagonistas H2 bloquean a los receptores H2 para
disminuir la secreción de ácido, aunque no son tan potentes como los
inhibidores de la bomba de protones. Se puede indicar una dieta blanda también;
los alimentos que causan molestias, como los condimentos, bebidas carbonatadas
y cafeína, se deben evitar hasta que la úlcera cierre. Se debe omitir el
alcohol durante el periodo de curación.
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