Smeltzer SC. Bare BG Tratamiento de pacientes con trastornos
intestinales y rectales. Brunner y Suddarth Enfermería Medicoquirúrgica.
Vol 1. 10ª ed. México DF, Mc Graw-Hill, 2005. P 1173-1177
Fisuras y fistulas perianales.
La fisura anal es una rasgadura o ulceración longitudinal
de la mucosa del canal anal. La causa suele ser un traumatismo derivado del
paso de una masa grande, firme o muy
compacta de heces por el conducto anal por estrés o ansiedad (que producen el
estreñimiento), otras causas pueden ser el parto, traumatismos o el abuso de
laxantes.
Entre los síntomas
que presentan las fisuras están las defecaciones dolorosas, la sensación de
ardor y la hemorragia (rectorragia). Casi todas cicatrizan con medidas
conservadoras que incluyen ablandadores de las heces ya agentes productores de
masa, aumento del consumo de agua, baño de asiento y supositorios emolientes.
Si las fisuras no
responden al tratamiento conservador, está indicada la cirugía. La mayoría de
las intervenciones quirúrgicas consisten en una esfincterotomía con escisión de
la fisura.
Entre los síntomas
podemos encontrar la filtración constante de pus y heces por la abertura de la
piel, dependiendo del trayecto también podemos percibir el paso de flatos o
heces por la vagina o vejiga. Las fístulas sin tratamiento pueden causar una
infección generalizada con síntomas relacionados.
En cuanto al
tratamiento siempre se recomienda la cirugía, ya que pocas fístulas cicatrizan
de manera espontánea. La técnica quirúrgica indicada es la fistulectomía
(extirpación del trayecto fistuloso). Durante la cirugía, el trayecto fistuloso
se identifica introduciendo una sonda metálica fina o inyectando solución azul
de metileno. La fístula se diseca y se abre mediante una incisión del orificio
rectal al de salida, y la herida se empaca con gasa.
El proceso de actuación de enfermería es similar en ambos casos, entre los
objetivos principales se incluyen la defecación adecuada, la disminución de la
ansiedad, el alivio del dolor, la micción normal, el cumplimento del régimen
terapéutico y la ausencia de complicaciones.
En base a los
objetivos las intervenciones consisten en el alivio del dolor, la reducción de
la ansiedad, el alivio del estreñimiento, la promoción de la micción, la vigilancia
y el tratamiento de las complicaciones y el fomento de la atención en el hogar
y la comunidad.
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