domingo, 2 de noviembre de 2014

Bibliografía 6

Smeltzer SC. Bare BG Tratamiento de pacientes con trastornos intestinales y rectales. Brunner y Suddarth Enfermería Medicoquirúrgica. Vol 1. 10ª ed. México DF, Mc Graw-Hill, 2005. P 1173-1177

Fisuras y fistulas perianales.     
    
La fisura anal es una rasgadura o ulceración longitudinal de la mucosa del canal anal. La causa suele ser un traumatismo derivado del paso de una  masa grande, firme o muy compacta de heces por el conducto anal por estrés o ansiedad (que producen el estreñimiento), otras causas pueden ser el parto, traumatismos o el abuso de laxantes.
Entre los síntomas que presentan las fisuras están las defecaciones dolorosas, la sensación de ardor y la hemorragia (rectorragia). Casi todas cicatrizan con medidas conservadoras que incluyen ablandadores de las heces ya agentes productores de masa, aumento del consumo de agua, baño de asiento y supositorios emolientes.
Si las fisuras no responden al tratamiento conservador, está indicada la cirugía. La mayoría de las intervenciones quirúrgicas consisten en una esfincterotomía con escisión de la fisura.

La fistula anal es un trayecto tubular fino que va del ano a un orificio situado en la zona perianal. Las fístulas suelen ser ocasionadas por infección, aunque otras causas posibles son traumatismos, fisuras o enteritis regional.
Entre los síntomas podemos encontrar la filtración constante de pus y heces por la abertura de la piel, dependiendo del trayecto también podemos percibir el paso de flatos o heces por la vagina o vejiga. Las fístulas sin tratamiento pueden causar una infección generalizada con síntomas relacionados.
En cuanto al tratamiento siempre se recomienda la cirugía, ya que pocas fístulas cicatrizan de manera espontánea. La técnica quirúrgica indicada es la fistulectomía (extirpación del trayecto fistuloso). Durante la cirugía, el trayecto fistuloso se identifica introduciendo una sonda metálica fina o inyectando solución azul de metileno. La fístula se diseca y se abre mediante una incisión del orificio rectal al de salida, y la herida se empaca con gasa.

El proceso de actuación de enfermería es similar en ambos casos, entre los objetivos principales se incluyen la defecación adecuada, la disminución de la ansiedad, el alivio del dolor, la micción normal, el cumplimento del régimen terapéutico y la ausencia de complicaciones.

En base a los objetivos las intervenciones consisten en el alivio del dolor, la reducción de la ansiedad, el alivio del estreñimiento, la promoción de la micción, la vigilancia y el tratamiento de las complicaciones y el fomento de la atención en el hogar y la comunidad.

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