Smeltzer Suzanne ,Bare Brenda. Valoración y tratamiento de
pacientes con trastornos pancreticos y biliares. Brunner & Suddarth's
Textbook of Medical-Surgical Nursing. Vol II. 10ª ed. México,D.F. McGraw-Hill Interamericana; 2010. p. 1235-1263
Para esta bibliografía voy a hablar de la pancreatitis
aguda, ya que es una enfermedad que puede variar entre una enfermedad leve a
una enfermedad rápidamente mortal.
La pancreatitis aguda leve se caracteriza por edema e
inflamación confinados en el páncreas, la disfunción orgánica es mínima y el
retorno a la normalidad suele ocurrir en 6 meses. Aunque sea la leve la persona
se encuentra en un riesgo de choque hipovolémico.
La pancreatitis aguda grave se caracteriza por una digestión
enzimática mas extensa. El tejido pancreático se vuelve necrótico y el daño se
extiende a los tejidos retroperitoneales. Las complicaciones locales pueden ser
quistes o abscesos pancreáticos y complicaciones sistémicas como el síndrome de
insuficiencia respiratoria aguda, coagulopatia intravascular diseminada o
derrame pleural.
La manifestación clínica mas común de la pancreatitis aguda
es el dolor abdominal intenso. Este
dolor además del que surge de hacer presión y la dorsalgia se deben a la
irritación y el edema del páncreas inflamado. En términos generales el dolor es
mas intenso después de las comidas, y no se alivia con antiácidos, puede
acompañarse con distensión abdominal y disminución de la perístasis. La
hipotensión es característica y el paciente quizá desarrolle taquicardia,
cianosis…
El diagnostico se basa en un antecedente de dolor abdominal,
datos de la exploración física y hallazgos diagnósticos. El diagnóstico se basa
en la determinación de la amilasa y
lipasa en suero, que en el 90% de los casos suele elevarse más de 3 o 4 veces
del límite superior.
Las placas radiográficas del abdomen y tórax sirven para
diferenciar la pancreatitis de otros trastornos que puedan casusas síntomas
parecidos y para valorar la aparición de derrames pleurales. Mediante ultrasonido
y tomografía computerizada se identifica el diámetro y quistes pancreáticos. El
hematocrito y los niveles de hemoglobina
se utilizan para detectar el sangrado. Las heces de los pacientes con
pancreatitis son de color pálido y olor desagradable.
El tratamiento de pacientes con pancreatitis aguda es
sintomático y tiende a la prevención o el tratamiento de las complicaciones. El
consumo oral se interrumpe por completo para inhibir la estimulación del
páncreas. Las aspiración nasogástrica se emplea con frecuencia para disminuir
la distensión abdominal dolorosa y el ileo paralitico. Para disminuir la
activadad del páncreas se utilizan antogonistas de la histamina-2.
Se utilizan algunas intervenciones como drenaje biliar con
cánulas biliares en el conducto pancreático mediante una endoscopia. Mediante
una intervención quirúrgica para pacientes graves, donde se extirpa el tejido
pancreático necrosado.
Rafael Jiménez González
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